La verdad es que nunca se miden los
riesgos a los que nos exponemos llevando una vida sexual activa sin protección
y mucho menos sin la elección de un método anticonceptivo.
Tal vez esto sucede por el afán de descubrir, sentir y vivir cosas nuevas, que nos llevan a actuar sin pensar y en muchas
ocasiones la experiencia de vivir la sexualidad se convierte en un reto más, en
un tabú que debemos vencer y en ocasiones nuestro grupo social que presiona y
despierta las ganas de vivir experiencias nuevas entre ellas el tener
relaciones sexuales.
No importa que tan querido y
aceptado sea tu novio en casa, eso es lo
de menos, lo valioso es el gran amor que siente y se vive tanto así que, se convierte en el hombre perfecto, no tiene
defectos y no importa si tiene o una ocupación alguna, pues el ´´amor´´ supera cualquier obstáculo.
Mi proyecto de vida antes de mi Julianita
era ser una gran profesional y el orgullo de mi padre. Un día llena de temor, tenía que contar algo que cambiaría radicalmente mi realidad, era la llegada de
un nuevo ser a mi hogar, al momento de darles la noticia a mis padres pude
sentir como sus miradas se llenaron de tristeza y desilusión, pero como son
seres llenos de amor me brindaron su apoyo incondicional y me ayudaron a continuar
con mis estudios y salir adelante, claro que ya nada es igual, ahora como nueva
mamita ya no puedo realizar muchas cosas que hacia anteriormente como ir a
fiestas, disfrutar de tardes con mis amigas y hasta tomarme un vino.
A partir de ese momento todo giró en
torno a ese pequeño ser que llenaría mi vida de felicidad, sentía como crecía y
el amor inexplicable de dar vida, no me podía dar por vencida en cumplir mis
sueños porque ahora tengo un motivo más porque me da fuerzas y mil ganas de
continuar para ser la mejor madre y una gran profesional.
Asumí mi maternidad acompañada del
padre de mi hija, un hombre responsable, que compartió mes a mes el desarrollo
y crecimiento de nuestra hijita y es así como hasta el momento es un padre
ejemplar y un buen amigo ya que ya no existe una relación sentimental.
Doy gracias a Dios por darme unos
padres tan maravillosos por su apoyo incondicional y su comprensión, gracias a
la vida por darme la oportunidad de dar vida y mi gran lección es: no ocultar
realidades a mi hija y cuando sea el momento hablar claro y sin temores ya que
es mi deber como madre.
A los y las jóvenes les digo que
busquen el amor en Dios y en sus padres, no busquen refugiarse en realidades
inciertas y facilismos que nos ofrece el consumismo de hoy, y no hagan cosas
que pueden exponer su integridad y en ocasiones sus vidas solo por hacer parte
de un grupo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario