martes, 19 de marzo de 2013

Mi vida antes y después de Juan Angel


Toda mi vida creí que cumpliría mis sueños, fantaseaba con viajar por el mundo y danzar al ritmo del ballet o de cualquier baile que me llene de energía, de alegrías. Desde los 5 años había bailado, siempre en busca de ser profesional de mi más grande pasión, el baile. 

Hasta que un día, cuando cumplía mis 17 años y me gradué de bachiller, todo cambio. Tenía que pensar en lo que iba a estudiar, y fue así como sin buscarlo, me ofrecieron viajar a otra ciudad, seguir bailando, aprendiendo y al mismo tiempo estudiar una carrera profesional (Comunicación Social), no tan seria como hubiesen querido en mi familia, pero al fin y al cabo era una carrera profesional, y era mejor que estudiar un hobby, como muchos creen que es el baile.



Un mes después de realizar mi examen de admisión a la Universidad y de estar lista e ilusionada con irme a vivir a otra ciudad y empezar a construir mí sueño, me entere que estaba embarazada. Y esa es otra historia. Porque mientras estaba en mi último año del colegio, equivocada, preferí darle más importancia a la diversión, a lo que el mundo adolescente me gritaba y me pedía, que a mi proyecto de vida, a lo que siempre había querido construir.

Fue así como creí haberme enamorado, conocí a una persona, un año mayor, Universitario, Futbolista…Ilusionada en lo que me decía, me volví sorda y ciega ante todo lo que sucedía alrededor de nosotros y empecé a cometer tantos errores, como el tiempo que estuve con él.

En ese entonces mi mamá que ha sido la única persona que siempre ha estado conmigo, me prohibió estar con él, más aun cuando se enteró que yo había tenido relaciones sexuales con él. Sin embargo mi terquedad fue mayor, porque no lo dejé. Mi mamá no tuvo tiempo de escucharme, de aconsejarme o de hablar de lo que me estaba ocurriendo, simplemente me prohibió estar con él, porque afirmaba que yo no estaba en edad de tener relaciones sexuales, así que la solución para ella no era cuidarme sino abstenerme.

Por otra parte en el colegio siempre nos daban charlas, incluso una vez fue una joven, que mientras estaba en el colegio quedo en embarazo, a contarnos su experiencia para aprender de ella. Pero nada de eso sirvió, porque nada fue tan cercano a mí, nada de eso me acompaño en mis decisiones, en lo que me sucedía diariamente con mis emociones, mis sentimientos y mi cuerpo. Las únicas personas que sabían realmente lo que me ocurría y lo que hacía, eran mis mejores amigos. Pero créanme que el mejor consejo o la mejor orientación no se reciben de un amigo que tenga la misma edad de uno, se recibe un gran apoyo, pero no es suficiente.

Así que cuando ya empecé a tomar conciencia de que mi novio no me valoraba lo suficiente y que realmente no tenía ni la edad ni la madurez para haber iniciado una vida sexual, me aleje de él, y concentre mi energía en el viaje que tenía. Pero un mes después me entere que estaba embarazada. Ya era tarde, todos mis sueños se derrumbaron. Y cuando acudí a mi ex novio para contarle, él ya era otro. Antes, dedicaba su tiempo para conquistarme, ahora ya no tenía tiempo, ni ganas, ni cariño. Y de los que me aleje por tanto tiempo, a los que les renegué todo lo que me decían, fueron los que me apoyaron, Mi familia, Mi mamá. Nació mi hijo y lógicamente todo cambio, fue el único capaz de hacerme entender el mundo, de hacerme reflexionar sobre todos mis errores, de enderezarme el camino. Fue mi hijo, a quien lo llame Juan Ángel, quien me cambio mi vida por completo, me convirtió en una persona sumamente responsable y madura, entregada por completo a la vida de mi hijo, a su educación, a sus sueños. Pero mis sueños cambiaron, gracias a Dios pude continuar mis estudios profesionales pero hasta ahora, con mi hijo con 5 años, no he vuelto a bailar, las prioridades cambian, y mi hijo es lo primero en mi vida, ya no tengo tiempo de pensar en mí, en divertirme, en  gozar sanamente de mi juventud, porque mi hijo es el que necesita crecer sanamente y necesita de mi dedicación para que sea totalmente feliz con todo lo que le pueda brindar.

Mi consejo: que no esperen a quedar en embarazo o a tener un golpe fuerte en sus vida para entender, ser mejores y para reflexionar a tiempo, y no vivir una vida acelerada una que solo le pertenece a los adultos, quienes con madurez asumirán compromisos tan grandes como un hijo.

Es mejor aprender de los errores ajenos que de los propios, todo tiene su tiempo, cada cosa llega a su tiempo, lo importante es escuchar y dejarse guiar.

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