Toda mi vida creí
que cumpliría mis sueños, fantaseaba con viajar por el mundo y danzar al ritmo
del ballet o de cualquier baile que me llene de energía, de alegrías. Desde los
5 años había bailado, siempre en busca de ser profesional de mi más grande
pasión, el baile.
Hasta que un día, cuando cumplía mis 17 años y me gradué de bachiller, todo cambio. Tenía que pensar en lo que iba a estudiar, y fue así como sin buscarlo, me ofrecieron viajar a otra ciudad, seguir bailando, aprendiendo y al mismo tiempo estudiar una carrera profesional (Comunicación Social), no tan seria como hubiesen querido en mi familia, pero al fin y al cabo era una carrera profesional, y era mejor que estudiar un hobby, como muchos creen que es el baile.
Hasta que un día, cuando cumplía mis 17 años y me gradué de bachiller, todo cambio. Tenía que pensar en lo que iba a estudiar, y fue así como sin buscarlo, me ofrecieron viajar a otra ciudad, seguir bailando, aprendiendo y al mismo tiempo estudiar una carrera profesional (Comunicación Social), no tan seria como hubiesen querido en mi familia, pero al fin y al cabo era una carrera profesional, y era mejor que estudiar un hobby, como muchos creen que es el baile.